lunes, 9 de noviembre de 2009

2 - Rubí

Hallándose inmerso Badián en esta silenciosa estupefacción hizo su entrada en la sala -llegando desde un balcón que hasta entonces le había pasado desapercibido- una jovenzuela hermosa que pobló de risas, piropos y complacencia venérea a todos los presentes, haciéndoles olvidar por completo los puntuales pormenores del deporte rey.
La joven se llamaba Rubí, lucía unas faldas cortísimas, y reía y cantaba todo el tiempo, como comprobaría más adelante Badián, rumbitas y flamenco la mayor de las veces. Animada por la entregada concurrencia se arrancó por unas bulerías de Camarón. Tirititando de frío bailaban cuatro gitanas por la orillita de un río, cantaba, y los demás la palmeaban y jaleaban con arrebato desmedido. Nada importaba que su afinación fuese decididamente defectuosa. Era, salvo las enfermeras, la única presencia femenina en aquel lugar. Al compás de mi guitarra canto alegre este huapango, y acompañaba el cante de un baile particular, repleto de giros sobre sí misma en los que mostraba generosamente parte de sus encantos, velados en una diminuta prenda interior, y sugerentes movimientos de caderas de alto calibre sexual. Todo ello lo remataba al final clavando una rodilla en tierra y abriendo los brazos de par en par, la vida, la vida, la vida es… es un contratiempo… los senos a punto de la explosión y la larga y negra cabellera cayendo sobre sus hombros desnudos.
Entonces el respetable aplaudía y echaba humo por todos los poros, los rostros encendidos en brasas de lujuria.
Badián, olvidando la revista sobre la mesa, había asistido al inicio del espectáculo entre sorprendido e incrédulo, pero pronto se dejó llevar por la exaltada belleza de la joven.
Ella se levantó bellísima, feliz en ser el centro de todas las babeantes miradas, y repartió besos y guiños saltarines a la tropa. Cuando se percató de la presencia de Badián su rostro expresó cierto desagrado por un instante. Forzando su habitual sonrisa se acercó hacia él y le ofreció un educado hola, ¿cómo te llamas?
-Badián.
-¡Qué nombre más raro! -rió nerviosamente Rubí- Pues bueno, ya nos vemos –zanjó sin más, y regresó hacia los demás sin otorgarle beso ni guiño alguno.
A Badián le pareció bien esta indiferencia, pues lo último que deseaba era convertirse en el centro de atención de aquel grupo y someterse con toda seguridad a dios sabía qué retahíla de curiosidades.
Y el grupo continuaba festejando con lisonjas y arrumacos varios a la muchacha cuando apareció por la puerta como una hecatombe en sordina la enfermera-jefe.
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Foto: jose rasero

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12 comentarios:

Zayi Hernández dijo...

Cuando inicié la lectura tuve unas "lagunas" y me percaté entonces de que habías publicado con anterioridad algo que no sé cómo pero se me había escapado... así que leí ambos párrafos y ya las lagunas, se despejaron.
Para escribir acerca de gitanos hay que tener, además de arte para hacerlo, conocimiento de sus costumbres ( al menos las más esenciales), supongo que así es que se recrea el ambiente del modo magistral con que lo has hecho... Me meti en escena y me gustó lo que vi.
Besitos Gitano

estoy_viva dijo...

Vaya final que tiene, muy buen relato amigo, me has tenido todo el rato pensado en la belleza que tenia Rubi y la admiracion que desprendia ante los hombres.
Con cariño
mari

Unknown dijo...

Siempre tiene que llegar algo o alguien que nos saca del sueño.

Estupenda forma de llevar al lector a seguir leyendo.

¿continuará?


saludos...

Pluma Roja dijo...

A mi me pasó algo parecido a Zayi, tuve alguna laguna. Pero luego de concentrarme capté de que se trataba. Me gustó mucho tu relato, yo no conozco mucho de las costumbre de los gitanos pero tu relato lo deja algo claro.

Saludos cordiales.

Hasta pronto amigo. feliz semana

Soledad Arrieta dijo...

Excelente continuación, muy buen logradas las imágenes y las sensaciones, muy buena narración, muchísima sabiduría volcada entre tus palabras.
Cariños!

Unknown dijo...

QUE COMEERA DE COCO ME HAS DEJADO. AHORA NO SE SI RUBÍ ES UNA PERSONA, O ES UNA DROGA-MEDICAMENTO O QUE SE YO QUE LE DAN EN LA SALITA EN LA QUE ESPERAN PARA VER AL MÉDICO Y DONDE ACABA DE ENTRAR LA ENFERMERA.
MIRA A MI NO ME PUEDES DEJAR ASÍ, QUIERO MÁS PARA PODER DESCIFRAR ESTE ENTUERTO....
ESPERO NO ESTAR DESVARIANDO, TU ME DIRÁS.

Tempus fugit dijo...

Ya me tienes en ascuas (de Rubí) esperando la continuación... esta enfermera-jefe..... ai....


un abrazo

ARIADNA dijo...

PUES A MI, AL IGUAL QUE A LOS DEMAS, ME COSTO TRABAJO, TUVE QUE REGRESAR A LEER, PERO RUBI?? ES?? AUN SIGO CON LA LAGUNA ME TEMO?? VOY A HECHAR A VOLAR MAS MI IMAGINACION PARA COMPRENDERLO... DEFINITIVAMENTE ES BUENISIMO Y YO ESTOY INTRIGADISIMA, UN ABRAZO.
ARIADNA B.B.

Alalba dijo...

Sigo expectante tu relato...me ha sorprendido tu giro, eso me descoloca en mi intuición, es lo que me gusta, que no pueda salvar el final.

Muaks.

Alalba dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bruni, Carla, ¡¡of course!! dijo...

¡¡ y qué pasóóóóóóóóó, no me dejes asíííííííííííííííí!!!

LA ZARZAMORA dijo...

Vaya, estas enfermeras jefe lo fastidian todo siempre.. sargentos que son XD
Sigo leyendo.. a ver qué pasa.

Besos.