martes, 23 de febrero de 2010

17 - Planes de futuro




Los desordenados pensamientos de Badián se debatían con estrépito interior ante aquellos acontecimientos desbordados.
Bien podía abandonarse de nuevo a la terapia repetitiva, quizás inutilizada ya de tan excesivo uso en tan escaso espacio de tiempo, reflexionó; tanteó también la posibilidad cierta de mandar al mismísimo carajo y sin contemplaciones a aquel tipo de chulería insufrible y oscuras fantasías, con las previsibles consecuencias violentas que ello acarrearía, sospechó; y por último se planteó la oportunidad de preguntar tranquilamente qué era aquello de un futuro en común.
-¿Vosotros y yo? ¿De qué hablas?
-El mundo es un pañuelo, chico. Y Sevilla, imagínate. No te digo nada de esta pequeña clínica. Quieres ir a Cádiz, ¿verdad? Por una curiosa coincidencia yo también necesito ir a la Tacita. Tengo unos negocios pendientes allí, pero me interesaría contar con un, digamos, cuartel general, ¿me sigues?
-Pero… yo sólo voy a ver a un amigo… y ni siquiera sé muy bien si tendrá sitio para mí… -expuso Badián a la defensiva.
-Oye… ¿Badián?
-Sí, ese es mi nombre.
-¿Me tomas por tonto? No cruza uno España desde Barcelona a Cádiz a ver a un amigo para quedarse en la calle, ¿no?
-Ya… pero yo tenía algo de dinero y… en fin… en realidad él me habló de la posibilidad de trabajar con su padre, en una nave industrial o algo así… no sé muy bien… y claro, supongo que me podría quedar en su casa mientras buscaba otra cosa… pero ahora no puedo llamarlo, ni contactar con él… así que no sé…
-¡Ajá! Pues ahí estamos. Yo sí sé. Lo suficiente. Te ayudaré a dar con él, verás. Es más, te ayudaré a buscar piso si él no puede ofrecértelo. No habrá problemas. Eso sí, tú me devolverás la jugada ¿Ves? Es fácil. No es un sitio para mí lo que busco, no, no es esa la cuestión, es todo más sencillo. Se trata sólo de un lugar en el que almacenar una mercancía… unas semanas… poco tiempo… poca cosa… y tener a alguien de confianza a su cargo, ¿comprendes?, y ahí entras tú...
-Oye, ¿no me estarás hablando de drogas?, porque si es así, olvídate…
-¡Ah, Badián, Badián! ¿Drogas? Pero ¿qué es eso? ¿Por quién me tomas? ¿De qué me hablas? ¿No es esto una clínica de desintoxicación? ¿No estamos aquí para limpiarnos? ¿eh? ¿No estoy yo limpio? ¿No estás limpio tú?, ¡y como una patena, además! -un asomo de ironía se dibujó en los labios de Laslo, que señalaba a Badián con su mirada, tras ésta última afirmación.
-Pero fuera es otra historia -prosiguió- Hay que estar listos. Hay que vivir, moverse… pues… ¿cómo piensa ir el señor a la ciudad de Cádiz? ¿En el coche de San Fernando? ¿Un ratito a pie y otro andando? Óyeme bien… Yo te ayudo. Tú me ayudas. Es la única norma ¡No te me vayas a escandalizar ahora! Tú eres un tío de mundo… ¿no? ¡Drogas, drogas! Yo no vuelvo a las rayas ni loco, tú. No, no, no. Ni olerla. No se trata de eso… El asunto va por otros rumbos…
-Había pensado…
Pero Badián Parra no había pensado nada. Como casi siempre en sus recién cumplidos dieciocho años los acontecimientos se adelantaban a cualquier tipo de planificación suya, de perspectiva ante el futuro, de planteamiento previo, cuando no, como en el caso en que se encontraba absurdamente sumido desde hacía dos días, simplemente le destrozaban cualquier atisbo de enfoque.
-Rubí tiene un Ford Fiesta que marcha bastante bien –oyó decir a Laslo desde su íntima anarquía.



*: para facilitar la lectura, e ir desde el principio hasta lo último publicado, a la derecha tenéis un enlace en el que podréis leer, releer, subir o bajar con mayor facilidad. Haced clic sobre la imagen justo encima de: "Donde se cuentan las ocurrencias..."


Foto: jose rasero

11 comentarios:

Sonia Ramirez de Arellano dijo...

interesante historia....quiero saber que pasa aqui....que es esa mercancia???? jejejje

in-quietante yo? jajajajaj

:)

Cris dijo...

Uy, qué negación tan sospechosa...

Besitos!

Unknown dijo...

NO ME FIO UN PELO...
BADIAN TEN CUIDADO DONDE TE VAS A METER.
AY!!!! JOSE ME TIENES EN UN SIN VIVIR, CUANTO ME HACES SUFRIR!!!!

Soledad Arrieta dijo...

Me mata que dejes el final de cada capítulo tan abierto...
Sí, ya sé, es parte del encanto del escritor... Que bien jugás con la intriga...
Cariños!

Zayi Hernández dijo...

Mi queridísimo Jose, no soy demasiado desconfiada pero como decía mi abuela "Nadie da duros a pesetas"...si no es drogas, algo será y no bueno...no sé yo...
Un besito guapo.
Me encanta!

Tempus fugit dijo...

Peligroso equipo.... y Badián... tiene pinta de llevárselas todas en el mismo carrillo. :)

un abrazo

Alís dijo...

Jose, tengo pendiente la lectura de este relato desde el principio (lo haré, lo juro, porque quiero). Pero es que me entraron unas ganas incontrolables de venir a darte un besito, directo, en tu corazoncito.
¡Lindo!

Mtx dijo...

Ya dije que el tal Laslo no me gustaba. menudo liante... espero continues pronto.
Besos

Agustín Molina dijo...

yo sigo sin saber si Badián es. O se hace?

Pluma Roja dijo...

Yo le desconfío a Laslo, veremos. Seguimos.

Saludos cordiales,

Hasta pronto un abrazo amigo.

Belkis dijo...

Bueno bueno, ojalá y a Badian no me lo vayan a querer embaucar en algo turbio. Ojalá y no sea inocente de mas. Me gusta como sigue el desarrollo de la historia José. Recibe un cariñoso saludo desde Murcia.