sábado, 30 de enero de 2016

(p)


Me asomo, y el mundo anda igual. Soleado, veo. Por qué será que yo me siento mentiritrizas. Y me duele una ceja. Y me llama el alma. 
-Calma, cabalier.

Lo ha dicho el cartero.


jueves, 28 de enero de 2016

(o)


“No soy un pez. Pero sé que el mundo es un continuo carrusel de anzuelos”, no llegué a decir.
–El pescado es un manjar exquisito, señor. Rico en proteínas, minerales y etcéteras. Lo del anisakis nos obliga a estar muy pendientes de su frescura. Por eso lo observo tanto. A usted. Lo veo en baja forma… Esta bella merluza le vendrá muy bien. Mire. La piel del pescado fresco ha de brillar, ¿sabe?, tornasolar y tener un aspecto sutilmente húmedo. Un mal síntoma es que se desprenda con facilidad de la carne. La piel, digo. Los ojos se salen, esas pupilas negras y casi lúcidas. Si tienen como una confusión en la córnea serán poetas, no nos interesan. ¿No será usted un poeta, verdad? –me sonrió con brillantez– Las agallas, rosas o rojas, según la especie, obedientes y resbaladizas. La carne, firme y elástica, transparente y sin dobleces. En caso contrario, no será un pescado fresco. Ha de oler a mar y algas, o a ríos. Los expositores inclinados, recubiertos de hielo, como este, son ideales. Una vez comprado, respete la cadena de frío, señor. Y mejórese.
Ya sin tener tan claro lo de ser o no un pez pero sí aquello de los anzuelos, con mi bolsita y la flamante merluza dentro, regresé a casa.




domingo, 24 de enero de 2016

(ñ)


Qué desencadenó
aquello.
Un cerrar de faldas
ese contemplarme
derramado
como  arista
el tajo definitivo
de las piernas.
No.
La caída de ojos
quizás,  eso sí
me hizo saber menos
de la cuenta.
Yo no lo dije.
Dijimos.




jueves, 7 de enero de 2016

(n)

Después de todo
nunca habla verdades.
Se enrevesa, sí,
a la hora de dar un golpe
sobre la i.
Le cuesta definir
qué le pasa
qué celebra
qué hora es 
o vaya usted
a saber.
Es persona de letras,
dicen, 
pero él quiere ir a salto
de mata,
soluciona laberintos
y se pierde en crucigramas.
Será 
que en sus noches de
nubes despejadas
dibuja trazos
de sexo,
o habla metáforas,
o se cita,
sí,
con mucho pedigrí.


martes, 5 de enero de 2016

(m)


Y
ha venido
a enfrentarse
a mí.
Volátil, superfrágili,
tonto del haba,
tío de tener sobrinos. Hombre
por tener a esa mujer.
Gamberro
de serlo.
Cuánto
va
a
durar, preguntó
el más inesperado.