domingo, 15 de enero de 2017

'El arrecife del escorpión', de Charles Williams



El auge de la novela negra de los últimos años tendrá sus cosas malas, seguro, pero son superadas, y con creces, por las consecuencias positivas. De entre estas, hay que subrayar la apuesta de ciertas editoriales por rescatar del olvido joyas que por una razón u otra no fueron reeditadas en su momento y son hoy en día muy difíciles de encontrar. Es el caso de El arrecife del escorpión, novela de Charles Williams, escrita en 1955 y recuperada ahora por Medianoche Editorial. La portada (de Josevi Blender) y el prólogo de esta edición, del escritor, guionista de cómics y cineasta Hernán Migoya, son ya un avance de lo mucho –y bueno– que nos espera. Afirma Migoya ser “casi con seguridad la persona que más sabe en todo el mundo sobre el extraordinario escritor texano Charles Williams”. Para comprobar tal afirmación habrá que leer la biografía que en 2001 escribió el autor de Ponferrada: Charles Williams. La tormenta y la calma (Ediciones Glenat).
La lectura de El arrecife del escorpión nos confirma la idea de que, ya desde los clásicos, el género negro es extremadamente flexible, y por ello, capaz de absorber e incorporar elementos de diversa procedencia para hacerlos suyos. Y es lo que nos ofrece, de manera ciertamente original, El arrecife del escorpión:   aventura, amor, ansias de libertad. El mar como un protagonista más. Y todo ello, sin perder un ápice de las características de un auténtico hard boiled y con una trama consistente, trabajada al detalle:
La novela se inicia con el descubrimiento de un balandro a la deriva sin pasajeros ni tripulación. En su interior, una cafetera aún tibia delata que hace menos de una hora aún había alguien allí. El cuaderno de bitácora contiene mucho más que información náutica. En él nos narra la historia, en primera persona, Bill Manning, buceador profesional y escritor aficionado. Manning acepta el trabajo que le ofrece Shannon Macaulay, la bella y joven esposa de un agente de seguros: tripular un barco para poder cerrar un negocio lucrativo. La oportunidad de comprar el balandro con el que sueña desde hace tiempo, el Ballerina, está al alcance de su mano, pero Manning intuye que no se le ha explicado toda la verdad y que quedan cosas por aclarar. Cuando aparece una banda de gánsteres dispuestos a matarle, Bill Manning comprenderá que se halla inmerso en un juego muy peligroso…
Como apuntábamos, sustentada por una trama perfectamente enlazada (giro tras giro hasta la maravilla final) y los componentes del hard boiled –violencia extrema, asesinatos, acción, ironía–, la novela de Charles Williams va más allá y los adereza con diferentes atmósferas: la ciudad portuaria, los muelles, y, como colofón, el asfixiante escenario de un balandro en el Golfo de México, donde el esmerado dibujo de los personajes alcanza su mayor definición. El autor juega magistralmente con los cambios de ritmo y parece dejar los vaivenes de la historia y su resolución en manos del océano, del balanceo de las olas y las mareas.
Majestuosa novela. Bon voyage…


Charles Williams, (San Angelo, Texas.  1909 - 1975) fue uno de los grandes autores, junto a Jim Thompson, Ross Mcdonald o Chester Himes, de la segunda oleada de novela negra americana. Es autor de Hill Girl, Calma totalEl arrecife del escorpión o Labios ardientes. Sus libros se vendieron por millones en los años 50 y 60 y han sido adaptados al cine, entre otros, por Orson Welles o François Truffaut. Tras la muerte por cáncer de su mujer y la acumulación de deudas, se sumió en una profunda depresión que le llevaría al suicidio.


Reseña publicada (15/1/2017)en SomNegra


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